Es un tanto desequilibrada, pero no lo suficiente para llegar a loca. Esa es su aspiración en la vida, sentir eso a lo que llaman privación del juicio. El día que alguien realmente inteligente llegue a afirmarle su locura, ella, será plenamente feliz. Mientas, seguirá saliendo a la calle en ropa interior negra y con zapatos de hombre, comprará vino al atardecer para ella y sus libros, paseará en la madrugada sin destino aparante, no limpiará sus manos durante meses, ni peinará su cabello cual señorita de bien. Leve retrato este de una angustia sin sentido, pensamientos que no llevan a ningún lugar, pero le hacen sentir estar en todos.