Fuimos a su apartamento y entramos en la cocina, donde abrió el refrigerador. Estaba repleto de latas de cerveza que robaba en la tienda de ultramarinos dónde trabajaba.

- ¿Lo sabe tu madre?
-Claro. Ella se la bebe.

Cerró la nevera.

-Jim, ¿tu padre se saltó los sesos por culpa de tu madre?
- Si. El estaba al teléfono y contó que tenia una pistola. Dijo: "¿Volverás conmigo?". Y mi madre contestó: "No". Hubo un tiro y eso fue todo.
- ¿Qué es lo que hizo tu madre?
- Colgó el teléfono.
- De acuerdo. Te veré esta noche.

Charles Bukowski, "La Senda del Perdedor"