Es uno de esos chicos gorditos, maleducados y descuidados al extremo. El típico perfil que mi madre no querría para mí. Uno de esos asuntos que, casi con total seguridad, quedará pronto archivado como "pendiente". Tiene nombre de asesino de pelis y de violador de cuentos. Como manía, me envia cartas cada mañana, pero me abandona muchas noches. Habla de cosas indecentes en los lugares menos apropiados, pero ama como un Romeo desesperado. Con sus manos es capaz de estrangular al más inocente, pero crea poesias a través de mi cuerpo con sus caricias. Concibe la vida a modo de broma, pero se toma a los amigos como la más estricta ley. Me ha enseñado que las pelis de Fellini hay que vernas a partir de las 20h, cuando ya es de noche. Hemos empezado a ahorrar para poder dar un paseo en globo la próxima primavera.


Hoy me he enamorado siete veces por la calle. Y en cada rostro he sido capaz de inventarme, al menos, una bonita historia. Otra más para coleccionar.